Prefacio
"¿Qué se esconde detrás de una obra de teatro? ¿Qué es lo que la sostiene? También podrías preguntarte ¿qué hay dentro de mi? ¿De qué estoy hecho? Hay algo silencioso detrás de cada persona y detrás de cada obra. Asi como en toda sociedad hay algo oculto. Actualmente en los Estados Unidos hay un síntoma aparente. Es evidente en los programas de televisión de índole político, en los programas de entretenimiento, en la crítica de arte en general y en las discusiones religiosas. Estamos viviendo en una cultura de tribunales y juicios. Antes vivíamos en una cultura de las celebridades, pero esa ya murió. Ahora sólo estamos interesados en las celebridades, si son acusados de algo. Estamos viviendo en una cultura de extrema defensa, de confrontación, de juicios y veredictos. La discusión ha dado paso al debate. La comunicación se ha convertido en un combate entre voluntades. Los comunicadores se han convertido en repulsivos e insinceros. ¿Por qué? Quizás porque en lo más profundo hemos llegado a un punto en el que sabemos que no sabemos... nada. Pero nadie se atreve a decirlo. Déjame preguntarte. ¿Alguna vez has mantenido una posición más allá de la comodidad? ¿Alguna vez has defendido un estilo de vida que estás convencido ya no hay manera de defenderlo? ¿Alguna vez has profesado un credo en el cual ya no crees más? ¿Alguna vez le has dicho a una chica que la amas y sentir la nausea de que estás mientiendo? Yo si. Y es un momento muy interesante. Para un dramaturgo es el incio de una idea. Veo un pedazo de algo auténtico en donde puedo construir una obra de teatro. Una obra que yo pueda construir a partir de algo que estaba silencioso en mi vida y en mi tiempo. Entonces comencé con un título: "Duda"
¿Qué es una duda? Cada uno de nosotros es como un planeta. Ahí esta una coraza que parece eterna. Estamos seguros de quienes somos. Si preguntas, rápidamente podemos describir nuestro estado de ánimo. Yo me sé las respuestas de muchas de esas preguntas, al igual que tú. ¿Cómo era tu padre? ¿Crees en Dios? ¿Quién es tu mejor amigo? ¿Qué quieres? Tus respuestas son tu actual topografía, aparentemente permanente pero sin serlo. Porque detrás de esa cara llena de respuestas fáciles se esconde otro ser. Y este ser silencioso se mueve a cada instante, presionando hacia afuera sin ninguna explicación, fluye hacia afuera, hasta que la consciencia no tiene más remedio que dejarlo salir. Es la duda (muchas veces considerada como una debilidad) la que cambia las cosas. Cuando un hombre se siente inestable, cuando vacila, cuando su conocimiento fundamentado se evapora frente a sus ojos, se encuentra entonces en el borde del crecimiento. La sutil o violenta reconciliación entre la persona que llevamos dentro y la de afuera a veces luce como un error, como si estuvieras equivocado, perdido. Pero esa es sólo la emoción deseando lo que es conocido. La vida comienza cuando el poder tectónico de tu alma silenciosa rompe los hábitos muertos de la mente. La duda no es más que la oportunidad de re-entrar en el presente. Sobre la obra. Ubiqué la historia en el año 1964, cuando no sólo yo, sino todo el mundo parecía estar en la adolescencia. Las viejas formas y costumbres como conductas, moralidad todavía dominaban el mundo pero lo que era una expresión auténtica y orgánica se había convertido en una máscara muerta. Estudié en una escuela católica de una iglesia en el Bronx, manejada por las Hermanas de la Caridad. Estas mujeres se vestían de negro, creían en el infierno, obedecían a los sacerdotes y nos educaban. La fe que nos mantenía unidos iba más allá del recinto religioso. Era un sueño compartido que acordamos llamar: Realidad. No lo sabíamos pero teníamos un acuerdo, un contrato social. Todos creíamos en lo mismo. Todos creíamos. Mirando atras, luce como si en esas escuelas fuesemos todos como un grupo sin edad. Todos eramos adultos y todos eramos niños. Teníamos, así como hacen los animales, una manada segura y calida. Y como resultado de esto eramos muy vulnerables a cualquiera que decidiera acecharnos. Cuando la confianza esta a la orden del día, los depredadores son libres de acechar. Y acecharon. Y mientras se revelan cada más los escandalos dentro de la Iglesia, los cazadores han tenido el campo abierto. Y los pastores, concentrados solo en lo superficial, sacrificaron lo bueno por lo virtuoso. No he olvidado las lecciones de aquel periodo, ni tampoco las he aprendido lo suficiente. Todavía busco la certeza compartida, una supuesta seguridad, el reasegurarme al creer que los demás saben mejor que yo sobre qué es lo mejor. Pero he sido guiado por la amarga necesidad de una vida interesante para valorar la vieja practica de la duda. Hay tiempos inseguros cuando las creencias comienzan a desmoronarse y la hipocrecía todavía no se sostiene lo suficiente, cuando la consciencia es molestada pero no alterada. Es lo más peligroso, lo más importante en este camino que es la vida. El comienzo de un cambio es un momento de duda. Es ese momento crucial en el que o bien renuevo mi humanidad o me vuelvo una mentira. La duda requiere de más coraje."
¿Qué es una duda? Cada uno de nosotros es como un planeta. Ahí esta una coraza que parece eterna. Estamos seguros de quienes somos. Si preguntas, rápidamente podemos describir nuestro estado de ánimo. Yo me sé las respuestas de muchas de esas preguntas, al igual que tú. ¿Cómo era tu padre? ¿Crees en Dios? ¿Quién es tu mejor amigo? ¿Qué quieres? Tus respuestas son tu actual topografía, aparentemente permanente pero sin serlo. Porque detrás de esa cara llena de respuestas fáciles se esconde otro ser. Y este ser silencioso se mueve a cada instante, presionando hacia afuera sin ninguna explicación, fluye hacia afuera, hasta que la consciencia no tiene más remedio que dejarlo salir. Es la duda (muchas veces considerada como una debilidad) la que cambia las cosas. Cuando un hombre se siente inestable, cuando vacila, cuando su conocimiento fundamentado se evapora frente a sus ojos, se encuentra entonces en el borde del crecimiento. La sutil o violenta reconciliación entre la persona que llevamos dentro y la de afuera a veces luce como un error, como si estuvieras equivocado, perdido. Pero esa es sólo la emoción deseando lo que es conocido. La vida comienza cuando el poder tectónico de tu alma silenciosa rompe los hábitos muertos de la mente. La duda no es más que la oportunidad de re-entrar en el presente. Sobre la obra. Ubiqué la historia en el año 1964, cuando no sólo yo, sino todo el mundo parecía estar en la adolescencia. Las viejas formas y costumbres como conductas, moralidad todavía dominaban el mundo pero lo que era una expresión auténtica y orgánica se había convertido en una máscara muerta. Estudié en una escuela católica de una iglesia en el Bronx, manejada por las Hermanas de la Caridad. Estas mujeres se vestían de negro, creían en el infierno, obedecían a los sacerdotes y nos educaban. La fe que nos mantenía unidos iba más allá del recinto religioso. Era un sueño compartido que acordamos llamar: Realidad. No lo sabíamos pero teníamos un acuerdo, un contrato social. Todos creíamos en lo mismo. Todos creíamos. Mirando atras, luce como si en esas escuelas fuesemos todos como un grupo sin edad. Todos eramos adultos y todos eramos niños. Teníamos, así como hacen los animales, una manada segura y calida. Y como resultado de esto eramos muy vulnerables a cualquiera que decidiera acecharnos. Cuando la confianza esta a la orden del día, los depredadores son libres de acechar. Y acecharon. Y mientras se revelan cada más los escandalos dentro de la Iglesia, los cazadores han tenido el campo abierto. Y los pastores, concentrados solo en lo superficial, sacrificaron lo bueno por lo virtuoso. No he olvidado las lecciones de aquel periodo, ni tampoco las he aprendido lo suficiente. Todavía busco la certeza compartida, una supuesta seguridad, el reasegurarme al creer que los demás saben mejor que yo sobre qué es lo mejor. Pero he sido guiado por la amarga necesidad de una vida interesante para valorar la vieja practica de la duda. Hay tiempos inseguros cuando las creencias comienzan a desmoronarse y la hipocrecía todavía no se sostiene lo suficiente, cuando la consciencia es molestada pero no alterada. Es lo más peligroso, lo más importante en este camino que es la vida. El comienzo de un cambio es un momento de duda. Es ese momento crucial en el que o bien renuevo mi humanidad o me vuelvo una mentira. La duda requiere de más coraje."
John Patrick Shanley
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